
Me falta un líquido por beber: mi orina. A las personas que les he comentado esta aventura urea, me han visto con cara de asco y hasta sutilmente se han apartado de mi lado. Cómo explicarles que la Urinoterapia es un tratamiento que tiene miles de años, que durante el siglo XVIII los odontólogos franceses la utilizaban para limpiar los dientes y encías.
Pero lo mío pasa por otro lado. Repito, le tengo pavor al natural proceso de envejecer y lo admito. Si la vida es una sola, como siempre le he comentado a amigos, novias y amantes, pues tomo la mía y apuesto. Beberé el sabor algo amargo de mí mismo y sabré de primerísima mano de qué estoy hecho.
1 comentario:
Publicar un comentario